El manjar que últimamente me hace soñar despierto es la tuna. Qué rica, sabrosa, deliciosa! me la como ñam!
Averigüé que la tuna es buena para todo, o sea es buena porque nació para serlo. Me encanta sacarle la ropita, primero por arriba y luego por abajo, luego la cobertura alrededor y después adentro, en una. Si encuentro en el refrigerador un kilo de tunas, ese kilo estará en mi barriga en 10 minutos. Y aunque la espinitas desequilibren mi bienestar incrustándose en mis dedos no dejaré de comer tunas. Roja o verde me encantan. Soy un adicto a las tunas.
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