Que después de once meses de matrimonio he terminado yendo al psicólogo. Llegué puntual y me acerqué a la psicóloga. Buenos días es usted la persona que me va a escuchar y dar unos consejos objetivamente utilizando en estos breves minutos todas las herramientas que su carrera le ha dado y cuyas razones la hicieron merecedora de esta pequeña oficina de tres metros cuadrados en el seguro de salud mas venido a menos del país?
Así es joven, pase, usted es un infeliz más del montón que llevo en mis treintaitantos años como psicóloga de esta casa de refugiados y rechazados por la salud, asi que lo que dejes en estos quince minutos me importa una mierda, pero te atenderé porque no me queda otra.
Mire señora, el problema es mi esposa y si no me separo aun es porque quiero quemar toda y absolutamente toda la burocracia de rigor primero. Le contaré algunas joyitas de esa loca para saber si me das permiso de sacar la correa.
(...)
Muy bien mi estimado pisapapel, según me cuentas tu esposa te hace orinar de miedo y no llegas ni a macho menos. A tu matrimonio nosotros los psicólogos lo llamamos teóricamente como matrimonio inmaduro o lo que es lo mismo hasta las huevas. Y mas vale que la próxima vengan juntos para revolcarlos con mi mejor discurso freudiano y maduren en one antes que me jubile o se me caiga la dentadura.
Gracias doctora, ha sido ud muy amable.
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