domingo, 6 de julio de 2014

Recordando los mundiales


El mejor mundial del que tengo memoria es el de Italia 90, aquel evento me enseñó la importancia del fútbol para el hombre contemporáneo. Me dejó en la mente muchos jugadores tal vez hoy olvidados. Habrá sido por que tuvimos en casa un álbum que jamás completamos porque las figuritas más difíciles de conseguir eran las famosas "autoadhesivas", que de vez en cuando venían en los paquetitos de 5 sobres y que un esfuerzo profundo de dinero nos permitió comprar el famoso "paquetón" donde muchos sobrecitos nos iluminaron los ojos de conseguir a Pumpido, El Totó, Taffarel, el Pibe, Klinsman, Andy Goram, los zambazos de Camerún y otros geniales para luego negociar las repetidas por yalas y nolas.

Y aunque hoy todos estén de acuerdo con que fue de los peores mundiales por el poco fútbol y goles yo lo tengo como el que mejores recuerdos me trae y el mejor para mí. Es más cuando pienso en mundiales es lo primero que rememoro, la mascota Ciao y la final de penales entre Argentina e Italia.

Hoy en día la fiebre el mundial Brasil 2014 nuevamente se me subió a la cabeza (lo mismo me pasó con los anteriores cinco mundiales). Ya casado con 1 hijo no me interesa tanto los pendientes ni las cosas por hacer ni los compromisos, sé que está mal pero a quién carajos le importa mi vida? yo vivo el mundial a pesar que mi país ni siquiera se asomó como posible clasificado y tener atorados en la oreja a los medios repitiendo las viejas glorias del fútbol nacional. Gracias a esto, el no clasificar, disfrutar el mundial se ha convertido en una especie de realidad sólo alcanzable desde la pantalla del tv, hoy desde internet, pero es lo mismo. Ver a los mejores haciendo las mejores jugadas, los mejores goles, las mejores maniobras, los mejores tiros libres, los mejores tiros de esquina, los mejores penales, los mejores saques de meta, los mejores golpes, las mejores mordidas, las mejores roturas de columnas, las mejores tarjetas amarillas, las mejores tarjetas rojas, en fin los mejores aburriéndonos sin cansarse con lo que mejor hacen... sirve de consuelo para este hincha de la nada y al fin espectador eterno gritando goles ajenos, victorias ajenas y copas ajenas que algún nieto, bisnieto, tataranieto o pariente del futuro logre celebrar viendo goles en 3D, 4D o 5D y leyendo este post creyendo que su ancestro era un hincha frustrado.